Lamentablemente, para mí, la pandemia llegó a su fin. No quiero que me malinterpreten; sé que mucha gente necesitaba volver a la presencialidad debido a sus trabajos, pero en mi caso no fue así. Pude seguir trabajando desde casa sin problemas, y a mis jefes no les importó.
Ahora conduzco una hora en medio del tráfico para sentarme en un escritorio con un computador muy inferior al mío, a hacer lo mismo, solo que con gente riendo a carcajadas y matando la concentración.
Lo bueno es que, en cierto punto, sí creí que todo iba a empeorar. ¡Por suerte, no fue así!!
Extraño salir por compras y traer papitas para comer viendo una película, de hecho subí el peso que nunca pude ganar antes (era enfermizamente delgado).
Y en la tira de abajo, dibujada por mi esposa, pueden ver el origen de esta marca!!
No hay comentarios.:
Publicar un comentario