Es curioso cómo hemos pasado de temer la destrucción por parte de una raza alienígena a considerarlos como la solución para lo que nuestro mundo ha llegado a ser. Cuando el ser humano visitó la Luna, esta perdió su encanto ante los ojos del mundo. Sé que nunca la pisaré, pero sinceramente no me importa; ni siquiera entra en mi lista de deseos vacíos o sueños imposibles.
Para lo que hemos quedado!!
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