No voy a mentirles diciendo que mi hijo es una bendición, porque no es así. Sé que la gente se empeña en creer eso cuando les sucede, pero la verdad es que es una responsabilidad tan grande que la mayoría de las veces siento que me supera, y lo hace. La frustración es tan grande como el amor que puedas sentir, y a veces lo supera.
Lo único real y meritorio es no rendirse y continuar pese a todo!!
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