Me molesta tanto que hagan eso de deberte un centavo, porque prácticamente es un robo. En las tienditas de barrio, al menos te dan chicles, pero acá ni siquiera te preguntan. Odio esta práctica y también los precios que terminan en ",99". Es una estrategia de marketing tan usada que ya no causa ninguna impresión en el consumidor y que, obviamente, también se convierte en robo cuando no te dan el centavo.
No lloro por pequeñeces; la vida está llena de injusticias, grandes y pequeñas. Por suerte, ahora hay pagos digitales y se termina este problema.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario